Personajes: Los dos de siempre más Miguelín (el hijo de ambos).
Decorado: Interior de un Iseta en el marco incomparable de la Casa de Campo (Madrid).
Él (Alegre).-No hay nada como pasar un domingo en la Casa de Campo.
Ella.-Pues Miguelín no opina lo mismo.
Él.-¿Miguelín? Pero ¿qué puede opinar un niño de un año de edad? Además, mira como sonríe.
Ella.-¿Cómo va a reírse con este calor? Sólo se te ocurre a ti irse al campo por la tarde en pleno mes de agosto.
Él.- No empieces que te conozco. El aire del campo es bueno para Miguelín.
Ella.- ¿Y los cuarenta grados?
Él.-¿Qué?
Ella.-¿Qué si los cuarenta grados son buenos para el niño y para la madre?
Él.- Claro que sí. Mira, yo hice la mili en Ifni y allí si que hacía calor. ¿Me pasó algo? No, pues a vosotros lo mismo.
Ella.- Mamá dice que de la mili viniste más tonto y que todas las bromas te las gastaban a ti.
Él (Colérico).- ¿Estaba tu madre allí? Aunque no me extrañaría, porque la tengo siempre encima. Me sorprende que no se haya querido venir con nosotros.
Ella.-Está durmiendo la siesta como cualquier persona con algo de sentido común.
Él.-Pues se va a perder estas vistas de Madrid y un paseo en mi cochazo.
Ella.-Pareces tonto y, sin embargo, lo eres.
El.-Déjame a Miguelín, que le voy a sentar en esa sombra para hacerle una foto.
Ella.-Ni se te ocurra sentarle en el suelo, que seguro que hay culebras y garrapatas.
Él.-Claro, y no me extrañaría que nos atacase un león. (A Miguelín) Ven acá, precioso, que papá te va a tirar unas fotos.
Ella.-Papá lo único que va a tirar es para casa, que este chicharrero no hay Dios que lo aguante.
Él.-Pero si acabamos de llegar, deja que le tire unas fotos al Miguelín.
Ella (Gritando).-¡Qué horror, estoy casada con el más tonto de Madrid!
Él.-Mira que me llevo al niño y te dejo aquí.
Ella.-No me extrañaría... Cuando éramos novios te gustaba dejarme sola en el campo e irte en el coche, porque sabías que me da mucho miedo.
Él.-Era joven y alocado.
Ella.-Eras tonto de remate. Anda, tírale una foto al niño conmigo en brazos y nos vamos, ¿vale?
Él.-Se acaba de dormir, mejor esperamos a que se despierte para que salga riendo.
Ella.-Aquí te quedas, querido. Voy a buscar un taxi y me voy a casa.
Él.-¿Con este calor te vas a poner a buscar un taxi?
Ella.-¡Estoy casada con el más tonto de Madrid!
Decorado: Interior de un Iseta en el marco incomparable de la Casa de Campo (Madrid).
Él (Alegre).-No hay nada como pasar un domingo en la Casa de Campo.
Ella.-Pues Miguelín no opina lo mismo.
Él.-¿Miguelín? Pero ¿qué puede opinar un niño de un año de edad? Además, mira como sonríe.
Ella.-¿Cómo va a reírse con este calor? Sólo se te ocurre a ti irse al campo por la tarde en pleno mes de agosto.
Él.- No empieces que te conozco. El aire del campo es bueno para Miguelín.
Ella.- ¿Y los cuarenta grados?
Él.-¿Qué?
Ella.-¿Qué si los cuarenta grados son buenos para el niño y para la madre?
Él.- Claro que sí. Mira, yo hice la mili en Ifni y allí si que hacía calor. ¿Me pasó algo? No, pues a vosotros lo mismo.
Ella.- Mamá dice que de la mili viniste más tonto y que todas las bromas te las gastaban a ti.
Él (Colérico).- ¿Estaba tu madre allí? Aunque no me extrañaría, porque la tengo siempre encima. Me sorprende que no se haya querido venir con nosotros.
Ella.-Está durmiendo la siesta como cualquier persona con algo de sentido común.
Él.-Pues se va a perder estas vistas de Madrid y un paseo en mi cochazo.
Ella.-Pareces tonto y, sin embargo, lo eres.
El.-Déjame a Miguelín, que le voy a sentar en esa sombra para hacerle una foto.
Ella.-Ni se te ocurra sentarle en el suelo, que seguro que hay culebras y garrapatas.
Él.-Claro, y no me extrañaría que nos atacase un león. (A Miguelín) Ven acá, precioso, que papá te va a tirar unas fotos.
Ella.-Papá lo único que va a tirar es para casa, que este chicharrero no hay Dios que lo aguante.
Él.-Pero si acabamos de llegar, deja que le tire unas fotos al Miguelín.
Ella (Gritando).-¡Qué horror, estoy casada con el más tonto de Madrid!
Él.-Mira que me llevo al niño y te dejo aquí.
Ella.-No me extrañaría... Cuando éramos novios te gustaba dejarme sola en el campo e irte en el coche, porque sabías que me da mucho miedo.
Él.-Era joven y alocado.
Ella.-Eras tonto de remate. Anda, tírale una foto al niño conmigo en brazos y nos vamos, ¿vale?
Él.-Se acaba de dormir, mejor esperamos a que se despierte para que salga riendo.
Ella.-Aquí te quedas, querido. Voy a buscar un taxi y me voy a casa.
Él.-¿Con este calor te vas a poner a buscar un taxi?
Ella.-¡Estoy casada con el más tonto de Madrid!
¡Qué barbaridad! Esta conversación es real como la vida misma....
ResponderEliminarConversaciones así habrá habido a patadas en la Casa de Campo, ja, ja, ja. Non est inventus.
Eliminarcreo que esto ya lo he oido alguna vez
EliminarEs un viejo texto de mi Fotolog. De momento estoy subiendo antiguos textos revisados hasta que escriba cosas nuevas.
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