"CUAL SI QUISIERAN JUNTAR CIELO Y TIERRA, RUGEN, LLAMANDO A PUERTAS Y VENTANAS, MAS NO LOGRAN ENTRAR, Y ES MÁS GRATO NUESTRO DESCANSO EN LA SEGURA SALA".

martes, 4 de diciembre de 2012

PATITAS DE BAILAORA

Personajes: Patitas de bailora y un servidor de ustedes.
Decoración: Saloncito decorado con gusto y aire moderno. Una puerta en el lateral derecha y otra en la izquierda. A la derecha una enorme biblioteca repleta de libros y de revistas. Un mesita con una lámpara, un teléfono y uno de los soldados de plomo de mi colección particular, que representa a un suboficial del Regimiento de Lanceros Bengalíes. Además, en el suelo del salón hay varios cientos de fusileros granaderos de la Guardia de Napoleón, una compañía entera de fusileros del Batallón de Neuchatel y dos escuadrones de dragones de la Guardia de Napoleón. Patitas de bailaora odia esas extrañas aficiones mías, lo que provoca que discutamos de lunes a viernes una media de diez veces al día.

-¡Esto es inaudito!
-¿El qué?
-¿El qué? Mascachapas, pues que son las tres de la madrugada y a ti se te ocurre llenarme el salón con tus soldaditos de plomo e imitar con tu garganta el sonido de disparos, caballos y marchas militares. ¡Cretino!
-Es que no podía dormir y…
-Pues te tomas una pastilla para dormir como hace todo el mundo.
-Ya sabes que no me gusta tomar nada.
-Yo ahora te hacía tomar estricnina, querido.
-Bueno, no te pongas así, ahora mismo los guardo y me acuesto.
-¿Qué no me ponga así? Como el señor mañana se levantará a eso de las tres de la tarde…Pero el resto de personas de este mundo trabajamos, ¿entiendes? Y yo mañana madrugo, pero claro, qué vas a entender tú si no has trabajado en tu vida.
-Mi abuelo siempre decía que trabajar no es bueno para la salud.
-Claro, y tú le hiciste caso. ¡Tú abuelo! Otro que no trabajó en toda su vida…
-Era político.
-Pues eso.
-¿Quieres decir que los políticos no trabajan?
-No mucho, pero a tú lado trabajan más que chinos.
-Ahhhh, si te pones así mañana mismo salgo a buscar trabajo.
-¡Me pongo como me da la gana! Estoy harta de tus soldaditos de plomo, de tu afán por llenarme la casa de libros y de vinilos a costa de mi dinero y de esa manía que te ha entrado de comerlo todo con palillos chinos. Y mejor no hablo de ese bigotito que te has dejado…
-Pero, patitas de bailaora, algo habrá que no te disguste de mí.
-Pues ahora mismo no caigo…
-Cuando me conociste dijiste que querías serlo todo de mí.
-Pues esta noche me gustaría ser tu viuda.
-¡Te has pasado! Me voy a casa de mis padres mañana tras el desayuno.
-No, mascachapas, digo, querido. Quédate, lo dije sólo en broma.
-¿Seguro?
-Tan seguro como que el Tajo pasa por Toledo.
-Bueno, me quedo porque te quiero. De lo contrario me iba a casa de mis padres.
-Yo también te quiero.
-¿Cuánto?
-De aquí a Damasco.
-Eso es mucho, ¿no?
-Una barbaridad.
-Bueno, entonces guardo mis soldaditos y tú espérame en la cama, que te voy a atacar en orden oblicuo como Epaminondas.
-¡Tienes más salidas que un centro comercial! Pero espera a que los lectores se vayan, que ya sabes que soy muy pudorosa.

TELÓN

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