Comedia bárbaramente
norteamericana, cuya acción transcurre a orillas del lago Ontario.
PERSONAJES: Miss
Rosemellia, ingrávida, insultantemente bonita y con unas piernas dignas de
sustentar el templo de la Lujuria. Magnetizante, de un atractivo pavoroso, se
mueve con parsimonia y elegancia, como una pantera. Su porte y refinamiento
hacen de ella la mujer ideal. Su temperamento es volcánico. En cuanto a él, ya le describo otro día.
Es de noche. El
ambiente es muy misterioso y romántico a la vez. El sonido de un violín sería
ideal, pero el violinista llega tarde y hay que empezar. ¡Qué le vamos a hacer!
ELLA. Y bien, ya me explicarás esas prisas tuyas y
ese misterio por vernos hoy a las once de la noche… Ya sabes que yo me voy a la
cama pronto.
ÉL.— Lo sé, pero
necesitaba hablar contigo a solas, porque si tu padre nos ve juntos es
capaz de machacarme todos los huesos.
ELLA.— ¿Mi padre? No
exageres. Papá es incapaz de hacer daño a nadie.
ÉL.— Pues a mí me ha
dicho que si me ve contigo que me vaya acostumbrando a la idea del
fallecimiento por “accidente”.
ELLA.— ¡Bah, tonterías!
No hagas caso a papá. Anda, dime la razón por la que me tienes aquí a estas
horas.
Él.— (Nervioso como un
adolescente a punto de perder su virginidad).— Verás… Es que yo… Ya sabes, tú…
Tú…
ELLA.— Una de las cosas
que más me gustan de ti es tu facilidad de palabra… Seguro que quieres
proponerme alguna indignidad y no te atreves.
ÉL.— ¿Indignidades? No,
no. Bueno, sí, pero no ahora. Ahora quiero decirte que si tú consistieses en
que lo nuestro no se limitase a que yo te propusiese indignidades y tú me
dijeras que tal vez…
ELLA.— (Riendo).— ¿No
me digas que estás insinuado tener conmigo algo serio?
ÉL.— Te lo digo.
ELLA.— Nos conocemos
desde hace cinco años, ¿por qué has tardado tanto?
ÉL.— Porque soy un
hombre original. Una persona normal te lo hubiese pedido desde el primer
momento, pero yo preferí dilatarlo, estudiarte y amarte durante ese tiempo en
silencio.
ELLA.— Pues en cinco
años te habrá dado tiempo a conocerme bien, desde luego… ¿Me amas?
ÉL.— (Ruborizado).—
Greenland!
ELLA.— (Ruborizada
también).— Five o’clock tea!
ÉL.— (Dulce).— It´s a
long way to Tipperary!
ELLA.— (Insinuante).—
¡Hazme el amor aquí! Confiésame cosas inconfesables y sedúceme con tus besos.
A partir de aquella noche
la vida de estos dos se convirtió en:
- Amaneceres de amor
furioso, espasmos y besos interminables.
-Tardes de abrazos
delirantes.
-Noches sumidas en
caricias sin pausa, gemidos continuos y sensualidad desbordada.
-Cientos de cápsulas de
jalea real y ginseng, miel, yemas de huevo y reconstituyentes para él.
¡Mierda! Yo lo he intentado y nada. ¿Me equivoqué de canciones o de idioma?
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