PERSONAJES: Patitas de
bailaora, ingrávida, insultantemente bella y rubia como una patata frita, y yo,
que aún no sé cómo definirme.
DECORACIÓN: Recinto
ferial de la ciudad de París. París, por si alguno aún no lo sabe, es la
capital de Francia.
Ambiente muy alegre.
Mucha luz. Se oyen risas, gritos, toses y odiosas canciones de feria. Huele a
algodón dulce.
Al levantarse el telón
se ve a los dos personajes montados en los caballitos a pesar de tener ya sus
treinta años cada uno. Se hace una pausa de una hora para que el espectador
pueda contemplar lo bella que es ella.
-Patitas de bailaora,
los caballitos me marean… ¿No podríamos ir a tomar algo cómodamente en un café?
-A ti lo que te marea
son las cinco copas que te has tomado ya hoy, so cretino.
-¿Cinco? Creo que eran
menos, pero te gusta exagerar.
-Bah, calla y dame un
beso, anda, que hoy me has dado muy pocos.
-No he tenido tiempo.
Estuve toda la mañana trabajando.
-(Carcajada de ella que
se prolonga por el espacio de quince minutos) ¿Trabajando tú? ¿En qué? Chico,
tienes unas salidas…
-Estuve escribiendo. Ya
tengo la novela terminada.
-Llevas cinco años con
ella y todavía no me has dicho de qué trata.
-Es sobre la bohemia en
París. Un poeta pobre que se enamora de una bella y adinerada francesa.
-¿Sí? Esto es más
interesante que esas comedias que escribes sobre arte, psicología y galápagos…
¿Se enamoran?
-Sí. Hasta la
extenuación de los sentidos y de millones de parisinos.
-¿Y? Cuenta, boceras.
¿Se casan?
-No. Él no se presenta
el día de la boda.
-¡Pero bueno! ¿Y eso
por qué?
-Por un imponderable.
-¿Cuál?
-El poeta, además de
ser indecentemente pobre, tenía cataratas en los dos ojos. Al cruzar la calle es
atropellado por un coche que lo deja hecho una birria. Sus últimas palabras son
para Mimí, su prometida, y para André Breton, su inspiración. ¡El arte y el
amor, mon cherie!
-¡Oh, qué triste! Mon
Dieu… ¿Me dejarás leer la novela?
-Claro, mon amour.
Además, son solo mil páginas, que es lo habitual en este tipo de obras.
-Ainsss.
-¿Qué?
-Que eres muy tonto,
pero te quiero con locura.
-¿De verdad?
-Te lo juro por
Balenciaga.
-Yo también te quiero.
-¿Cuánto?
-De aquí a
Fontainebleau.
-¡Ooooh! ¡Dame un beso!
-Oye, tú, que estos
caballitos van cada vez más rápido.
-¡Qué me beses!
-Espera, que me voy a
caer.
-Tranquilo. Te caerás
al final del drama, pero antes me besarás apasionadamente.
(Él la besa apasionadamente
y, como ella ha dicho, después se cae del caballito para delirio de todo el
público).
TELÓN
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